El
Faro de la Bufa de Zacatecas.
Por Bernardo
del Hoyo Calzada.
Según un libro nos dice que las últimas
maravillas de la Ciencia a fines del siglo XIX eran: La electricidad y la luz
eléctrica, Los ferrocarriles eléctricos, Los rayos X, El teléfono, El
fonógrafo, La fotografía instantánea, El kinescopio y el cinematógrafo[1].
En el artículo de
la electricidad y la luz electica, aparece “Un Faro Eléctrico de Noche”, y toma
como referencia la luz eléctrica y muestra dos tipos de lámparas; La lámpara de
arco voltaico que se emplea para el
alumbrado de espacios grandes, y el de una lámpara incandescente, para una luz mas débil, usado en las casas. También
nos dice: “Desde la exposición del 89, todo el mundo sabe lo que es un
proyector: la torre Eiffel ostenta uno de los mas altos, que lanza sus grandes
brazos luminosos a decenas de kilómetros. Estos mismos proyectores son los que
se utilizan en la guerra para descubrir en el horizonte al enemigo que se
acerca favorecido por las sombras de la noche, o al torpedero que se apresta a
destruir al acorazado”.
Zacatecas entubo presente en la
exposición de Paris en 1889, y como parte de esa exposición trajo para
Zacatecas una de las últimas maravillas de su tiempo para disfrute de los
Zacatecanos, el faro eléctrico.
A fines del siglo XIX el gobierno del Estado
de Zacatecas mando traer un faro de Alemania y se le encargo al señor Ángel
Ruiseco García su colocación en la parte mas alta del cestón grande de la
Bufa. Así lo dijo su hija Josefina Ruiseco
Sánchez en una entrevista publicada en 1998: “No lo invento, lo instaló. El faro lo trajeron de Alemania y no era en
estricto para iluminar la ciudad. Como estaba colocado tan estratégicamente,
este faro, igual que los del mar, daba vueltas por toda la ciudad y al iluminar
con tal fuerza, cegaba a caballos y jinetes de los villitas que pretendían
ocupar Zacatecas en la época revolucionaria”.
Y
cuando se le pregunto que si el faro estaba junto al observatorio
meteorológico, respondió:
“No, el faro no estaba ahí junto al observatorio, no
cumpliría su misión; estaba en el crestón de la Bufa, para dar prácticamente una vuelta completa
iluminando”.
El Prof. Roberto Ramos Dávila cronista
que fue de la ciudad de Zacatecas en su libro[2]
nos dice que en 1907 se colocó en la torreta del observatorio meteorológico un
gran faro de un metro de diámetro, que fue destruido por la artillería villista
la noche del 22 de junio de 1914. Sin
embargo el poeta jerezano Ramón López Velarde, cuando estaba en el Seminario de
Zacatecas de 1900 a
1902 en el lugar donde hoy es el museo Manuel Felguérez, nos dice sobre el faro:
“Frecuentemente
recuerdo que por la noche, después del toque de silencio, cuando el faro de la Bufa mandaba sus destellos
hasta la fuente del patio principal, y algún seminarista, con sorda pisada, iba
por agua hasta la fuente, se veía al señor Rector andar solo por los corrillos,
abstraído de todo, como si hubiese olvidado que gobernaba el Seminario
Conciliar y Tridentino de Zacatecas” [3].
El
señor Samuel Salinas López en su libro La batalla de Zacatecas comenta:
“Un poderoso reflector
giratorio y de mucha potencia y grande alcance, se decía que era el faro del
puerto de Veracruz, se instaló en la parte más alta del crestón grande de la
Bufa. Por las noches el potente haz de luz,
rasgaba las tinieblas y semejaba gigantesco cometa, cuya cauda iluminaba toda
la serranía que circunda la ciudad, en esta forma los blancos eran certeros, y
se impedía una sorpresa a las posiciones.”.[4]
El
General Felipe Ángeles en su diario del 22 de junio de 1914, en la noche que
estando en la hacienda de la Plata, nos dice:
“La noche estaba húmeda,
nublada y sumamente obscura. La única claridad era la luz del faro de La Bufa
que giraba continuamente, deteniéndose a veces sobre el terreno que deseaba
vanamente explorar[5].
El faro le ayudó a Ángeles para buscar las
trincheras de los federales, por eso no lo destruyó.
Sobre su destrucción, que Ramos
Dávila asevera fue destruido por los villistas en la toma de Zacatecas, Antonio
G. Olea, general de División de las fuerzas federales, en sus crónicas sobre la
misma batalla del 23 de junio, después de la derrota los federales huyendo
hacia Guadalupe, escribe:
“…éramos veintitrés, casi todos heridos, en
vista de que no pareció, seguimos nuestra marcha a las nueve de la noche,
pregunté antes quien conocía el camino y respondieron unos irregulares montados,
ordenándoles nos guiaran, y con gran sorpresa de todos vimos por el camino una
hermosa luz que nos deslumbraba; era el faro de la Bufa…”[6].
Estos
testimonios nos llevan a concluir que el faro alemán fue construido antes de
1900 y no en 1907; que su ubicación fue en la cima del crestón grande de la Bufa y no en el observatorio;
y por último, que queda entre dicha su supuesta destrucción y que no fue la
noche 22 de junio.
Este
faro que sirvió para iluminar la ciudad y sobre todo a los mineros que en la noche
salían de trabajar, y se guiaban por la luz del faro, fue una de las maravillas
de la ciencia que tubo Zacatecas en el Porfiriato, y después de la batalla de
Zacatecas de 1914, y su desaparición, se dijo que fue destruido por el gran
artillero General Felipe Ángeles de un cañonazo, pero no fue así, lo que más
creo que fue sustraído del cerro por los revolucionarios y llevárselo quien
sabe a dónde, lo que fue uno más de los despojos o saqueos que los
revolucionarios de Pancho Villa hicieron en esta ciudad, o más bien parte de “lo
que la Revolución se llevó”.
Algunos
historiadores que escribieron sobre la toma de zacatecas y la existencia del
faro nos dicen:
“Villistas extraviadosLos nuestros que nos precedian, apenas se percibían en el crepúsculo de la tarde. Llegamos a una casa donde nos encontramos con parte de los nuestros, el'General Vázquez, varios oficiales heridos y algunos de tropa a pie. Tomamos agua que nos ofrecieron, y seguimos al paso nuestra marcha, atravesando una especie de ciénega, que cortaba el camino; mandé hacer alto para esperar a mi hijo Antonio, que no parecía; nos contamos; éramos veintitrés, casi todos heridos. En vista de que no pareció, seguimos nuestra marcha, a las nueve de la noche; pregunté antes quién conocía el camino, y respondieron dos irregulares montados, ordenándoles nos guiaran, y con gran sorpresa de todos, vimos por el camino una hermosa luz que nos deslumhraba; era el faro de La Bufa; nuestros guías nos llevaban otra vez- a Zacatecas, y preguntándoles que a dónde> nos llevaban, desaparecieron violentamente en la obscuridad, al grito de "¡Viva Villa!"... Eran enemigos, que en la confusión de la salida se habían unido a nosotros; nuestro camino era el opuesto que seguimos a la ventura, llegando poco después a un poblado, en donde después de mucho llamar a la puerta de una casa, nos abrieron. Tomamos algunos alimentos. Un guía que gratificó el General Vázquez, después de advertirnos que hacía como dos horas que había pasado por ahí un numeroso grupo de enemigos, nos dirigió nuestro camino a la una de la mañana del día 24; después de mucho andar, nuestro guía se paró; nos dijo que se había extraviado. Estábamos en un pequeño llano, encajonados”.[7]
Otra
prueba de que fue utilizado después de la Toma de Zacatecas el 23 de junio de
1914, es la siguiente:
Mi
estimado amigo Víctor Hugo Ramírez Lozano, que ha está impartiendo cursos sobre
la verdadera historia de Zacatecas, encontró en la red una fotografía que
cambia por completo lo que yo suponía que en la parte más alta del crestón
grande de la Bufa estaba el faro, basado en un basamento que ahora sé que fue
un fortín para defensa en la guerra, quizá desde 1872. Y esta fotografía que
consiguió con buena resolución me indica que era un poco más abajo, y al ir a
explorar el sitio dimos con el sitio exacto donde está el observatorio y
encontramos una inscripción para marcar la posición del faro. La fotografía en cuestión ya me aseguraba una
vez más la existencia del faro.
En
el Museo de Guadalupe, Zac., en el año de 2014, presentaron una exposición con fotografía
y maquetas de la ciudad y sobre la Toma de Zacatecas, pero, se basaron en el
libro y la versión del Prof. Roberto Ramos Dávila, y colocaron el faro arriba
del observatorio meteorológico.
En
mis vacaciones de fines de diciembre a Chihuahua, al pasar por Camargo, Chih.,
vi un faro y de pasada vi que era antiguo y parecido al de la Torre Eiffel de
Paris, como debió de ser el de la Bufa de Zacatecas, entonces me vino a la idea
y de que podría ser el que se robó Pancho Villa de esta ciudad, y ya que se
dice que Villa llevó trenes con el botín de Zacatecas a Chihuahua, entonces de
regreso de Chihuahua lo retrate y vi que se le hizo un pedestal moderno, pero,
me preguntaba si era posible que fuera el de Zacatecas.
Y
por último acabo de encontrar en mis archivos una foto estereoscópica de las
que me dejo mi tío José David Soto Calzada y al observarla con el estereoscopio
pude apreciar el Faro en la Bufa, solo me falta encontrar una foto más cerca
del faro para dar una idea más exacta del faro.
Guadalupe,
Zac., 30 de marzo de 2017.
[1] Las Últimas
Maravillas de la Ciencia. Por Daniel Bellet. Ilustraciones de G. Lasellaz.
Traducción castellana de D. Constantino Román. Paris. Garnier Hermanos,
Libreros – Editores. 6, Rue des Saints – Peres, 6. 1899.
[3] El Señor Rector” publicado en El Nacional Bisemanal, México, DF, 18
marzo 1916
[4] Salinas
López Samuel. La Batalla de Zacatecas. Recuerdos imborrables que dejan impacto
para toda la vida. Ediciones Botas. México. 1964. Pág. 31.
El Observatorio Meeorológico de la Bufa de Zacatecas.
El Faro de la Bufa que se presentó en el Museo de Guadalaupe, Zac.
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