domingo, 2 de agosto de 2020

Don Carlos del Hoyo Cabrera.

Don Carlos del Hoyo Cabrera.

Por Bernardo del Hoyo Calzada.

Don Carlos del Hoyo Cabrera nació en la ciudad de Zacatecas el 17 de febrero de 1922. Hijo del Lic. Don José Gumersindo del Hoyo Raigosa y doña Carmen Cabrera de la Campa de del Hoyo.

La casa donde nació fue en la Calle de Tres Cruces, ahora avenida Hidalgo, a unos metros de la Plaza de Armas y de la Catedral de Zacatecas, en el centro histórico de la ciudad. Ahí paso sus primeros años y luego la familia se fue a vivir a la Prepa 1 de la U.A.Z., antes Instituto de Ciencias, en la esqujina que era la casa del Director, ya que el Lic. Del Hoyo su padre fue Director de dicho Instituto.

Sus hermanos fueron; el historiador y Prof. Don Eugenio del Hoyo Cabrera, casado con Celia Briones Carlos, de una familia ilustre de Monte Escobedo; Carmen del Hoyo Cabrera que se casó con el Lic. Efraín Moto Salazar, y se fueron a vivir a México, D. F.; Luis del Hoyo Cabrera casado con Guadalupe Sánchez Castellanos, de una familia Jerezana y dueños de la hacienda de Santiago del Cuidado, Tepetongo, Zac.; Gabriel del Hoyo Cabrera que se casó con una Jerezana Beatriz Martínez;  Elena del Hoyo Cabrera, Ángela (Gela) del Hoyo Cabrera casó con Emanuel Montoya y se fueron a vivir a Aguascalientes; y Enrique del Hoyo Cabrera que se casó con Martha Gálvez, de Guadalajara, Jal., y vivieron en Zacatecas.

Mi papá se casó en la ciudad de México el 25 de enero de 1948, con doña Celia Calzada Meléndez, originaria de Hidalgo del Parral, Chih., ella era hija del Ingeniero Mecánico Electricista don Inocencio Calzada Díaz, originario de Zacatecas, y estando trabajando en el valle de Allende, conoció a mi abuela doña Ismael Meléndez Maldonado, originaria de la hacienda de San Diego de Corralejo, Valle de Allende, Chih.

Con motivo de haberse reventado la Presa de la Boquilla, al norte de Parral, que inundó ese mineral el 8 de septiembre de 1944, mi abuelo que era zacatecano, trajo a su familia a vivir a esta ciudad de Zacatecas, donde conoció a mi padre don Carlos del Hoyo Cabrera. Y como mi abuelo partió a vivir a la ciudad de México, se llevó a su familia, es por eso que mi papa se casó en México, D. F., y luego se establecieron en la ciudad de Zacatecas, viviendo en el callejón de Lancaster a un costado de la casa de mis abuelos.

Los hijos del matrimonio y donde nacieron, son los siguientes:   

Carlos nació en Zacatecas el 4 de noviembre de 1948.

Sus demás hijos: Luis Humberto nació en México el 17 de noviembre de 1949.

Rafael nació en Valadeces, Tamaulipas, en 14 de julio de 1951.

Eduardo nació en México el 4 de septiembre de 1952.

José Francisco nació en Valadeces, Tamaulipas, el 5 de noviembre de 1953.

Bernardo nació en México el 21 de octubre de 1954.

Antonio nació en Guadalajara, Jal., el 12 de abril de 1956.

Celia nació en Guadalajara, Jal., el 17 de junio de 1957.

Gustavo nació en Guadalajara Jal., el 21 de septiembre de 1958.

Alejandro nació en Guadalajara, Jal., en 5 de septiembre de 1959.

Inocencio Arturo nació en Guadalajara, Jal., el 4 de agosto de 1961.

 Don Carlos del Hoyo Cabrera murió en la ciudad de Zacatecas el 2 de agosto de 2000. Su esposa Celia Calzada en diciembre de este mismo año de 2000.

Al morir mi papá Enrique Salinas Enríquez publicó una reseña en un periódico que luego publicó en un libro la reseña que está en las fotos y solo extraigo lo siguiente sobre don Carlos del Hoyo Cabrera:    

 “quien en vida fuera, entre otras cosas, niño contento, muchacho caramba, colegial revoltoso, recluta regular, cantinero, empleado de comercio, militante oposicionista, desterrado político, microempresario, agente viajero, artesano, escritor, dibujante y bombero ocasional. Todo por no estudiar.”

Glosando este comentario diré:

Que mi abuela paterna doña Carmen Cabrera de la Campa, me platicaba que de sus hijos mi papá don Carlos fue el más travieso.

Mi papá me conto que de varias escuelas lo habían expulsado por inquieto y revoltoso.

Sobre cantinero mi papá me contó que durante un tiempo tenía a su cargo la cantina del Casino Zacatecas.

Trabajó en la Ferretería El Globo, de los Reimers.

Sobre militante oposicionista diré que él me comentó que primero fue sinarquista, luego perteneció al partido Acción Nacional, “PAN”, toda su vida fue partidario, incluso siempre que había elecciones iba a una de las casillas que el asignaban a verificar los resultados. Y siempre perdía el PAN.  Por eso ninguno de sus hijos fuimos políticos o militantes de algún partido político. Antes de morir hace 20 años, en el hospital le informamos que había ganado el PAN a la presidencia de la Republica con Fox.

Desterrado; efectivamente así fue,  siendo panista junto con sus hermanos Eugenio y Luis, fueron desterrados los tres hermanos por el cacique gobernador del Estado de Zacatecas Leobardo Reinoso, quien no quería oposición política en Zacatecas, la agarró contra los tres hermanos, y comenzó a quietarles los trabajos que tenían, amenazando a los patrones que no les dieran empleo a los Del Hoyo, y así tuvieron que salir de su patria chica. Eugenio se fue a Monterrey, Luis y mi padre a Valadeces, Tamaulipas. Eugenio en Monterey no volvió a vivir en Zacatecas, solo venía a ver a su madre y hermanos. Luis pasó a vivir un tiempo a Veracruz y luego regreso a Zacatecas. Mi padre de Tamaulipas se fue a México donde nací y luego a la ciudad de Guadalajara, Jal., donde nacieron mis hermanos menores. Y finalmente volvió con su familia a la tierra prometida hace 50 años, en 1970. 

Microempresario; después de ser agente viajero, se hice artesano y lapidario en la que varios de mis hermanos le ayudamos al negocio y venta de artesanías. Fuimos los pioneros en la venta de piedras en el Cerro de la Bufa.

Como agente viajero que duró muchos años, se dedicaba a vender refacciones automotrices.

Como artesano; andando vendiendo artesanías de piedra (geodas o mini-Geodas), en FONART, en México, le dijeron que tenía que ser artesano o pertenecer a un gremio de artesanos. Y como no había en Zacatecas alguna sociedad o grupo de artesanos, antes había la Unión de Artesanos, pero no funcionaba ya en esos tiempos de 1980, decidió junto con Héctor Arguelles y Ramón Alvarado, la Unión de Artesanos de Guadalupe, por el año de 1983.  

Escritor; en sus últimos años lo visito don Luis de la Torre que publicaba el periódico cultural “Mi Pueblo”, y lo invitó a escribir y decidió escribir varios artículos que pondré en mi blog, Dios mediante.

Como dibujante conservo varios retratos, dibujos a lápiz, que realizó.

Y bombero ocasional; me contó mi padre que en ese tiempo no había bomberos en Zacatecas, y don Oscar Reimers, reunió un grupo de bomberos voluntarios en Zacatecas que combatieron algunos incendios en la ciudad, el formó parte de ese grupo, y en cierta ocasión le dieron un reconocimiento por ello.  

Por esta ocasión solo pondré parte de lo que escribió don Carlos del Hoyo Cabrera, y que no se ha publicado.

     Recuerdos del Instituto de Ciencias de Zacatecas por don Carlos del Hoyo Cabrera.

Yo fui alumno del Instituto de Ciencias en la mejor época de mi vida, es por lo que ahora escribo para recordar lo que mi memoria permita sobre lo que fue y lo que vi en dicho plantel con mis maestros y compañeros.

Muy chico  lo primero que recuerdo fue a los estudiantes en la calle de los Gallos (hoy calle Fernando Villalpando que también fue calle Galeana), en la puerta del Colegio con sus libros bajo el brazo y todos muy bien presentados y recuerdo a los estudiantes en el carnaval que se hacía en la Alameda donde los estudiantes se disfrazaban y se ponían antifaces y se les decía mascaritas, en la alameda vendían cascarones, serpentinas, confeti y otras cosas, y ponían música y acudía la gente a celebrar aquel carnaval. En Zacatecas hace mucho tiempo desapareció dicha fiesta, recuerdo que los estudiantes eran alegres y relagientos y se convertían en los dueños de la fiesta.

 Después recuerdo cuando mi hermano Eugenio terminó la primaria en la escuela de Mariquita Aguilar y lo matricularon en el Instituto, y entonces notamos una transformación en mi hermano mayor, él ya era estudiante, y ya hablaba de muchas cosas desconocidas para nosotros, comentaba con mi papá de sus maestros, de los laboratorios y de las materias que estudiaba. Mi papá le prestaba libros de la biblioteca de mi casa y era natural él ya cursaba estudios superiores, fuimos conociendo a sus compañeros que tenían apodos, contaba con varios libros de texto y se sentían personas importantes.

Después sabíamos de gallos que sacaban los estudiantes y Eugenio ya tenía permiso de desvelarse en la calle y asistir a dichas serenatas o gallos.

Recuerdo que sin ser estudiantes nos gustaba la estudiantina y sabíamos la letra, después traspasamos las puertas del colegio, conocíamos los patios, los corredores, los salones y laboratorios lo que fue algo muy importante para nosotros es decir para mi hermano Luis y para mí, ya que siempre andábamos juntos.

Con el tiempo mi papá fue nombrado Director del Instituto, señor Lic. José G. del Hoyo Raigoza y ocupando mi papá la dirección nos cambiamos a la casa de los Directores, dicha casa se encontraba en el callejón del Hospital y parte de la casa ocupaba los altos de la dirección y el zaguán del colegio, tenía puerta que daba a los corredores de la planta alta, hago referencia a estos detalles porque entonces estábamos en la escuela pero nos dábamos cuenta de la vida del colegio, seguido entrabamos  a la dirección a ver a mi papá y también algunas veces nos bañábamos en la alberca.                             

 

Lic. José G. del Hoyo Raigosa, doña Carmen Cabrera de la Campa, Eugenio, Carmen, Luis, Carlos, Gabriel, Elena y Gela del Hoyo Cabrera, en la escalera de la casa del Director del Instituto de Ciencias de Zacatecas, ahora Preparatoria N° 1 de la U.A.Z.  

 

Cuando mi papá fue Director el Prefecto fue el Sr. Ing. Don Adolfo Villaseñor que fue Diputado Constituyente y el Secretario era el señor Roberto González de las Piedras que entonces todavía era estudiante, el Conserje era el señor Nicho del Hoyo y recuerdo un mozo que le decían Morley, mi hermano Eugenio entonces ya era alumno de la Facultad de Ingeniería.

 

A mi papá le tocó ser Director cuando el Instituto cumplió 100 años de su fundación y se celebró haciendo fiestas y mi hermano Luis y yo las gozamos, fuimos a Jerez a la casa donde se inició el Instituto que se encuentra en la calle del Espejo, de Jerez, Zac., vinieron a los festejos centenarios muchas personalidades, la reina de los Juegos Florales que se organizaron para celebrar los 100 años el Colegio fue una bisnieta de don Francisco García Salinas (Tata Pachito) el fundador del Instituto que nació en Jerez y que pronto pasa a Zacatecas a ocupar el edificio al que hemos estado refiriendo y que antes fue el Colegio de San Luis Gonzaga.

Aparte de los Juegos Florales hubo un baile y varios actos.

En este tiempo en el país hubo muchos problemas por cosas de la época, Zacatecas también tuvo sus problemas de persecución religiosa y al Instituto también llegaron los problemas.

La mayoría de los estudiantes eran de la UNEC “Unión Nacional de Estudiantes Católicos” y también hubo un grupo de estudiantes comunistas siendo estos una minoría.

 El Gobernador del Estado era el General Matías Ramos  Santos, él era muy jacobino y aquí en Zacatecas persiguió mucho a los católicos y no le gustaba que casi todos los estudiantes fueran de la UNEC.

Un día llamó a mi papá para decirle que el Estado estaba muy escaso de recursos económicos, que ya no podía dar todo el subsidio que daban al Instituto y le dijo que solo podía darle una parte de dinero que antes tenía asignado el Colegio y a mi papá le dijo que iba a llamar a junta de maestros para comunicarle el problema a ver que se resolvía, mi papá fue de inmediato a ponerse de acuerdo con el Ing. Villaseñor y el Secretario para hacer un plan o una proposición todo el profesorado. Se llevó a cabo la junta y mi papá puso al corriente del problema a todos los profesores, propuso que para no cerrar el Colegio y seguir impartiendo todas las materias que si algunos maestros querían dar las clases sin cobrar el sueldo que el Ing. Villaseñor y González de las Piedras estaban dispuestos a trabajar sin sueldo porque lo poco que quedaba de presupuesto solo alcanzaba para el personal, es decir para el Conserje, los mozos, la luz eléctrica, gises, escobas, trapeadores y otros gastos del sostenimiento del plantel. Proponían ese plan con la intención de que el Instituto siguiera trabajando, impartiendo todas las clases y no se cerrara, considerando el cariño y la importancia de dicha Institución para la formación de alumnos. Y el resultado de la junta fue que todos los maestros aprobaron la proposición y todos impartieron sus cátedras sin cobrar nada, no hubo uno solo que se opusiera y es digno de mencionar que hubo profesores faltistas, ni que llegaran tarde a clases todos fueron cumplidos a pesar de no cobrar sueldo.

Y como la lucha estudiantil siguió con más fuerza y mi hermano Eugenio era de los dirigentes de la UNEC, mi papá dejo de ser Director por órdenes del General Ramos y recibió la Dirección el Prof. Salvador Varela que era de las mismas ideas del General Ramos.

 En Zacatecas y principalmente en la Capital hubo acontecimientos duros para el pueblo por la persecución religiosa y los estudiantes siguieron en su lucha entre las dos ideas. Los de la UNEC sacaron un periódico que se vendía clandestinamente  y se vendía a escondidas de la autoridad y que tenía mucha circulación se llamó “Renovación”  por supuesto el General Ramos no le gustó esta situación y ordenó al Militar Neftalí González  no recuerdo el grado que tenía pero era el jefe de la Policía y tenía orden de que los que vendieran el periódico los persiguiera y los encarcelará.

 La lucha de los estudiantes era por la libertad de cátedra y para fortalecer la lucha vinieron de México dirigentes estudiantiles, para hacer un acto o manifestación para que todo el pueblo se diera cuenta de su lucha, se programó la reunión en la Plaza de Toros de San Pedro, los estudiantes católicos estaban por la libertad de cátedra y el grupo comunista estaba dividido unos le hacían juego al régimen y otros estaban por la libertad de cátedra.  

En los tiempos hubo cierre de templos y la persecución  a los Sacerdotes aquí en la ciudad, aprendieron al señor Obispo don Ignacio Plascencia y Moreira, lo llevaron a la Presidencia Municipal y el pueblo se amotinó y permaneció hasta que lo pusieron en libertad, pues entre más pasaba el tiempo más gente se amotinaba en la ciudad y hubo otros acontecimientos por lo que el pueblo estaba muy molesto.

El recorrido de los estudiantes entró por la calle de San Pedro para encaminarse a la Plaza de Toros para celebrar ahí el mitin, el grupo iba encabezado por los estudiantes que vinieron de México, solo recuerdo de ellos a Manuel Pacheco Moreno que era zacatecano y Benito  Koquet que aunque era estudiante comunista estaba por la libertad de la cátedra y los acompañaban los dirigentes de la UNEC de aquí entre ellos Eugenio mi hermano, Daniel Kuri Breña, los hermanos Carlos y Paco Tello y otros que no recuerdo sus nombres.

Al ir los manifestantes por la calle de San Pedro, por el Callejón de Quijano  salió Neftalí González con su gente, Neftalí traía una Thomson amenazando a los dirigentes y a la gente, recuerdo que Manuel Pacheco Moreno se ponía enfrente de Neftalí con los brazos abiertos como para festejar, más bien como para proteger al pueblo, moviéndose para donde se apuntaba la Thomson y el militar si disparó sobre el pueblo  y mató a un joven que no era estudiante, el vendía dulces en un taburete que había en la finca caída, junto al sitio que ahí existía, el entierro de la víctima fue muy concurrido como una manifestación de protesta contra el régimen nefasto. Al empezar los disparos la gente se dispersó y los dirigentes de México se fueron y los de aquí fueron a la cárcel y no hubo mitin.

Mi hermano Eugenio, los hermanos Tello y otros estudiantes de aquí los llevaron a la Presidencia Municipal después de ser aprendidos; la Presidencia estaba en el edificio que ahora ocupa la Universidad frente al callejón de Cuevas.

Salieron los muchachos por gestiones de mi papá y otras personas, pero el  General Ramos le dijo a mi papá que no quería ver en Zacatecas a Eugenio y se fue un tiempo a Guadalajara y regresó para irse a estudias a la ciudad de México y el General Ramos cerró el Colegio pues el Prof. Varela solo duró unos meses en la Dirección del Instituto.

Se cerró el Instituto y también la Escuela Normal para Maestros. Y Zacatecas se quedó sin educación superior los dos centros educativos más importantes y más útiles se cerraron.

En el edificio del Instituto pusieron un centro escolar de primaria, llevando el personal de algunas escuelas entre ellos de la escuela Gómez Farías y otras, y así el Instituto de Ciencias se transformó en una escuela primaria con muchos alumnos.

No sé por qué razón nosotros seguimos viviendo en la casa de los Directores del Instituto.

Y unos estudiantes se fueron a estudiar a la ciudad de México y otras ciudades de la Republica y muchos truncaron sus estudios. Se dijo en esa época en todas partes y no sé si sea cierto o le cuelguen dichas cosas al General Ramos, decían que había dicho que él no sabía leer ni escribir, ni había estudiado y que él había llegado a General de División y a Gobernador de Zacatecas, que los hombres se forjaban en el trabajo y la lucha y sobre todo a en la revolución y que no quería relajitos con los estudiantes mochos y por eso Zacatecas estuvo un tiempo sin educación superior cerrando los dos centros educativos más importantes y queridos por la sociedad y pueblo de zacatecas.

Al terminar Ramos su periodo de Gobernador, ocupo la Gubernatura del Estado el señor General  don Félix Bañuelos quien al iniciar su gestión abrió el Instituto y la Escuela Normal, se anunció la apertura y hubo gusto, entusiasmo, se inscribieron muchos alumnos en ambos planteles.

En el Instituto nombraron como Director al señor Lic. Don Joaquín Garaicochea y llamaron a los maestros todos los mejores y sobre todo le tenían cariño al Colegio ya que la mayoría eran hijos del Colegio, buscaron mozos y conserje y pusieron e condiciones los laboratorios y aulas.

La mayor parte de los estudiantes inscritos fueron de primer ingreso, todos de primer año de secundaria y también hubo algunos que habían estado en otros colegios y se matricularon en otros grados de secundaria y preparatoria.

 Yo en este tiempo trabajaba en la Ferretería de El Globo y no pude matricularme porque no tenía el certificado de sexto año de primaria, debido a lo travieso, inquieto y relagiento que fui en la primaria y me expulsaron de casi todas las escuelas en que estuve con el fin de que yo no distrajera a maestros y alumnos durante las clases.

Mi hermano Luis entró al Instituto así como muchos de mis amigos y ex - compañeros de la primaria y nosotros seguimos viviendo en la casa de los Directores.

No siendo yo estudiante pero juntándome con ellos compartí el entusiasmo y las inquietudes de los alumnos, y cuando salía del trabajo me juntaba con ellos y no deje de darme cuenta de la vida del Instituto.

Vino el primer día del Estudiante el 23 de Mayo y con tiempo se prepararon los festejos y para entonces todos los estudiantes ya habían hecho una amistad entre todos ellos y con los profesores y los mozos, todos ellos convivían en todo, así es que se nombraron las comisiones y se repartió el trabajo. Para adornar el patio íbamos al monte por el rumbo de Minillas a cortar el cedro que se ocupaba en hacer las guías que adornaban con flores naturales servían para adornar los barandales y pilares  del patio y los corredores, el patio se cubría con una lona por si llovía.

Se organizó el gallo o serenata con lo que los alumnos le llevaron la música a sus novias, amigas o familiares, tocaba en el gallo la Banda del Estado dirigida por un gran músico el señor Don Octaviano Sigala, Compositor, arreglista y buen director y contaba entre sus músicos con los mejores ejecutadores de música,  casi todos solistas, la mayoría de los componentes de la banda eran ex alumnos del Hospicio de Guadalupe de Zacatecas. Para mí nadie ejecutaba tan bien la estudiantina y además contaba con un gran repertorio de piezas románticas propias para serenata.

Para el baile se contrataba la mejor orquesta propia para bailar, se nombraban las comisiones que recaían solo en estudiantes alumnos del Instituto, cada comisión se le daban distintos listones de distintos colores según la comisión que representaban. Había comisión a las damas a las que le daban el brazo y las llevaban hasta el lugar donde se sentaban, los de orden andaban por todas partes cuidando que no hubiera desorden o que no les faltara el respeto a las damas, sacaban a los que se emborrachaban y empezaban hacer desorden, los de obsequio en grandes charolas repartían vino, refrescos y bocadillos y viandas de obsequio, todo esto era obsequio y no se cobraba entrada ni distintivo para derecho de baile, todo era gratis, el bastonero era el encargado de recibir por parte de las damas las peticiones de piezas para que las orquesta las ejecutara solo él podía recibir peticiones de piezas, ni nadie podía ordenarle a la orquesta lo que se tocaba.

El gallo empezaba entre 10 y 11 de la noche del día y 22 y terminaba el 23 entre 6 y 7 de la mañana, para muchos estudiantes en ese gallo se ponían la primera borrachera de su vida.

Ningún baile en la ciudad era tan concurrido, tan organizado y tan bonito y con tantas muchachas bonitas como el baile del día del estudiante.

Luego me tocó ver a los alumnos del Instituto con los nervios y el puro por los exámenes de fin de curso, se examinaron, paso el susto y salieron de vacaciones para volver a clases y recibir a los perros (alumnos de primer año o ingreso), a los que pelaban y hacían desfilar por las calles todos pintarrajeados.

Dos años después de que se abrió el colegio yo ya quería estudiar y como no tenía el certificado de primaria, me permitieron entrar como oyente y antes del primer reconocimiento trimestral, yo presenté  el examen a título de suficiencia del sexto año de primaria en una escuela oficial y así obtuve el certificado y pase a ser alumno regular con derecho a reconocimientos y examen de fin de cursos, esto antes del primer reconocimiento el que lleve a cabo con mis compañeros.

En seguida voy a platicar de las cosas que recuerdo ya como estudiante, y creo que con seguridad se me pasaran cosas que no recuerdo o que las haya yo juzgado distinto de cómo eran esto por apreciación y por haber pasado tanto tiempo de que ocurrieran. Y no relaté lo que paso, pero tratare de recordar del edificio, de los profesores, de los alumnos y las anécdotas de ese tiempo como eran los salones, los laboratorios, los patios, los corredores y todo aquello, las relaciones con los maestros y con los compañeros, como éramos en clases, es decir cómo era el colegio, como éramos los estudiantes en esa época.

Quisiera tener la capacidad y la preparación para poder relatar con corrección y buena prosa todo lo que mi mente recuerde, lo que vi, lo que sentí, nuestros gustos, las aspiraciones y la conducta; a falta de esa capacidad que carezco y deseo escribiré lo que recuerde como yo pueda.

El edificio existe con algunas variantes en su distribución, pero muy distinto en la vida interior, es decir somos muy distintos los que lo ocupamos entonces a lo que lo ocupan ahora.

Llegábamos de la calle por la puerta, pasábamos al zaguán donde había una puerta al lado izquierdo, era la puerta de la conserjería o portería donde dejábamos nuestros sombreros, libros que no ocupábamos o prendas o cosas, para recogerlos a la salida.

En el zaguán había otra puerta que daba al patio y los corredores, a la derecha estaba la Dirección, primero era un salón grande donde en primer lugar estaba el escritorio del Secretario y después el escritorio del Prefecto y en el fondo una puerta donde estaba el privado del Director.

Cuando yo me inscribí en el Instituto ya era Director el Señor Doctor don Agustín Díaz muy estimado y querido por todos los estudiantes y maestros, fue muy buen Director, muy emprendedor que consiguió muchos adelantos y bienes para el colegio, tanto en lo material como en lo económico.

 El Prefecto era el señor Profesor don Salvador Vidal  escritor e historiador, persona muy competente; el Secretario era Roberto Almanza en aquel entonces estudiante del plantel.

Al lado izquierdo de la puerta del zaguán con grandes mesas y sillas en el centro, en los lados o paredes había los libreros o casilleros donde estaban los libros, la biblioteca contaba con muchos volúmenes, había de todo, libros de texto, libros de consulta; en literatura, había novelas, libros de versos, cuentos, estudios y todo; además había libros do otras materias. Hay que recordar que el estudiante que iba a la biblioteca iba a leer y nunca a platicar o a jugar o hacer relajo, el que platicaba o hacia ruido lo sacaban de la Biblioteca el Bibliotecario que en ese tiempo el encargado era un estudiante  muy estimado Rafael Félix Arellano al que le decíamos de apodo el “Tubito”.

En la planta baja un local con una pila de agua para los servicios, no era lugar para los alumnos, sino para los mozos. También había un corredor para llevarnos a los baños de los hombres. Lo demás de la planta baja eran salones o aulas donde los maestros impartían sus clases, y junto a la dirección estaba un lugar donde estaba el mecate que tocaba la campana, dicha campana servía para anunciar que un maestro llegaba a impartir su clase, el maestro pasaba al salón, y nosotros nos poníamos a ver que profesor era y si era la clase a la que teníamos que ir a clase.

Hay en la escalera para subir a la planta alta donde al subir la escalera a mano derecha luego, luego estaba la puerta al salón de actos. Dicho salón contaba con un estrado con una mesa en el estrado, estaba la Bandera Nacional, el Estandarte del Instituto y la Bandera del Batallón de Zaragoza, dicho Batallón participó en la Revolución y estaba compuesto por estudiantes del Colegio, frente al Estrado, había gran cantidad de sillas y el salón de actos estaba equipado con cortinas y había una pintura que donó el actor que fue hijo del Instituto, dicha pintura era la mesa revuelta, era la pintura sobre la mesa, había cartas, oficios, sobres, recibos, tintero, pluma, lápiz y hasta una mancha de tinta sobre un papel, los sobres tenían estampillas. Cuando había un acto importante cuando el Director nos quería comunicar algo nos citaban al Salón de actos, también cuando tenían una visita importante nos lo presentaban en dicho salón, yo recuerdo en mi tiempo de estudiante que el Doc. Díaz invitados personalidades de la Epa era el Dr. Gustavo Báez y el Tabasqueño Brito Fuche, no recuerdo quien de los dos regaló a la Biblioteca del Instituto el Diccionario Enciclopédico Espasa libro que nos fue muy útil. También en el salón de actos y después en el auditorio hacíamos las juntas de sociedad de alumnos.

En la planta alta también se encontraba el salón de Geografía en dicho salón había muchos mapas que se manejaban con carrillos y cordones, tenían un mecanismo para extenderlos o enrollarlos poniendo uno después recogerlos y luego poner otro.

En los corredores de la planta alta y baja había bancas fijas en las paredes y algunos bancos donde también estudiábamos, estos pasillos tenían mucha vida, era donde permanecíamos más cuando no teníamos clase ahí platicábamos en dichos pasillos esperábamos las horas de clase para entrar o esperábamos a los amigos que estaban en una clase, en la conserjería había una ventanita que daba al patio donde íbamos a comprar refrescos, tortas y algunos dulces que el conserje nos vendía.

 

 

 

La vida del Instituto empezaba muy temprano, las primeras clases empezaban a las 7 de la mañana y  las ultimas a las 7 de la noche, las clases duraban una hora solo saliendo de clase de la una de la tarde, a las 3 no había clases, así es que había vida y gente todo el día, pero el reglamento del plantel ordenaba que todos los alumnos debían de permanecer en el plantel a de las 9 de la mañana a las 12 del día y de las 3 de la tarde a las 6 durante ese tiempo no podíamos salir solo con permiso especial así que las puertas permanecieran cerradas durante ese tiempo, en las horas fuera de ese tiempo la puerta permanecía abierta y podíamos entrar y salir al plantel a cualquier hora.

Los vendedores de la calle ya sabían a qué horas salíamos y esperaban las 12 y las 6 para vendernos paletas, semillas, etc. había un paletero que nos fiaba pero dejándole empeñado un libro, una pluma o un reloj y a veces nos prestaba en efectivo, que por apodo le decíamos “El Chichocho”.

 

En el corredor de la parte baja en la pared, entre la ventana de la conserjería y  la puerta de la biblioteca había unos tableros donde se fijaban los avisos, ahí se ponían los horarios de las clases, en tiempo de exámenes, fechas y horarios así como la lista de alumnos que tenían derecho al examen de cada materia.

En la planta alta frente al salón de actos había un corredor que nos llevaba a la cancha y a la escalera del salón de dibujo y antes de llegar a la cancha a la izquierda estaba la puerta al salón de biología, en él había un cuerpo humano, había monos de hule donde se secaban y después se acomodaba el corazón todos estos objetos servían para impartirnos la clase de anatomía a lado izquierdo del salón de biología.

Continuará.

Guadalupe, Zac. a 2 de agosto de 2020, a veinte años de su fallecimiento.

 Fotos:



Don Carlos del Hoyo Cabrera, Bernardo del Hoyo Calzada y Antonio del Hoyo Calzada.


Don Carlos del Hoyo Cabrera con su siete hijos, es un hidalgo, por tener siete hijos consecutivos varones: Carlos, Luis Humberto, Rafael, Eduardo, José Francisco, Bernardo y Antonio del Hoyo Calzada.






 








Dibujo a lapíz de Celia Calzada Melendez por Carlos del Hoyo Cabrera.


don Carlos del Hoyo y doña Celia Calzada, retratados al óleo sobre piedra por Martha Georgina Muro González, de Jerez, Zac.


Boda de don Carlos del Hoyo Cabrera y doña Celia Calzada Melendez en la ciudad de México, D. F.


don Carlos del Hoyo Cabrera y doña Celia Calzada Melendez


En Guadalajara, Jal., don Carlos del Hoyo Cabrera, con sus hijos Luis Humberto (1), Rafael (2), José Francisco (3), Eduardo (4), Bernardo (5), Antonio (7), Celia (8), Guastavo (6), y Alejandro (9).


En Guadalajara, Jal., don Carlos del Hoyo Cabrera, con mi abuelo don Inocencio Calzada Diaz de León, y sus hijos, todos menos Carlos que estaba ya en el Seminario del Señor San José de Guadalajara.





En un foro de historia de Jerez, Zac. don Carlos del Hoyo Cabrera, don Carlos Stephano Sierra, Chole Berumen, don Juan de Santigo Silva, de Cultura y don Samuel Carrillo.


Don Caelos de niño con mi tia Carmen del Hoyo Cabrera y mi abuelo el Lic. José G. del Hoyo Raigosa en la Encantada de Zacatecas.


Mi tio don Salvador Cabrera Cabral, mi padre don Carlos del Hoyo Cabrera, el poeta don Roberto cabral del Hoyo y Bernardo del Hoyo Calzada, en Jalpa Zac.


En el Cerrillo y Ermita de la Virgen de Guadalupe, José David Soto Calzada, Luis y Carlos del Hoyo Cabrera, al fondo Guadalupe, Zac.


Don Carlos del Hoyo Cabrera, doña Celia Calzada de del Hoyo, Lic. don Efraín Moto Salazar y Carmen del Hoyo Cabrara, cuando me están bautizando en la ciudad de Mexico. D. F. (1954). Bernardo del Hoyo Calzada.


Don Carlos del Hoyo Cabrera, Carlos del Hoyo Calzada y Lic. José G. del Hoyo Raiogosa.


Caricatura de don Carlos del Hoyo Cabrera, dibujado por don Luis Cabral Cosio.


Don Carlos del Hoyo Cabrera.


Don Carlos del Hoyo Cabrera.












Don Carlos del Hoyo Cabrera y don Pablo Emilio Madero, descendiente de don Francisco I. Madero. En Guadalupe, Zac. 


Don Carlos del Hoyo Cabrera y doña Celia Calzada Melendez, con su primogenito Carlos del Hoyo Calzada.



















 


















 Eugenio del Hoyo Cabrera y Carlos del Hoyo Cabrera.




Don Carlos del Hoyo Cabrera, en Huejuquilla el Alto, Jal. 1978.






Don Carlos del Hoyo Cabrera en México. D. F.


Dibujo realizado por Carlos del Hoyo Cabrera, autorretrato.





Caricatura de don Carlos del Hoyo Cabrera por Victor Huerta.


Doña Carmen Cabrera de la Campa de del Hoyo con sus hijos Luis, de pie, y Carlos del Hoyo Cabrera.


Doña Carmen Cabrera de la Campa de del Hoyo con sus hijos Luis, de pie, y Carlos del Hoyo Cabrera.


Don Carlos del Hoyo Cabrera, entegando a su hija Celia del Hoyo Calzada, en la Capilla de Nápoles, Guadalupe, Zac.


La familia del Hoyo Cabrera en la casa del Instituto de Ciencias de Zacatecas.


La casa de mi abuelos y donde vivió mi padre don Carlos del Hoyo Cabrera.


La casa de mi abuelos y donde vivió mi padre don Carlos del Hoyo Cabrera.




























N° 1.- Carlos del Hoyo Cabrera. 2.- Eugenio del Hoyo Cabrera. 3.-Don Federico Sescosse Lejeune. 4.- Sixto Cabrera de la Campa. 5.- Don Esequiel Raigosa. 6.- Doc. don Francisco del Hoyo Raigosa. 7.- Luis del Hoyo Cabrera. 8.- Lic. don José G. del Hoyo Raigosa. 9.- Carmen del Hoyo Cabrera. 10.- Carmen Cabrera de la Campa. 11.- Gabriel del Hoyo Cabrera. 12.- Elena del Hoyo Cabrera y 13.- Angela (Gela) del Hoyo Cabrera. En la casa del Doctor del Hoyo, en la calle de Arriba, en Zacatecas.












Don Juan Zarachaga y don Carlos del Hoyo Cabrera.